domingo, 31 de mayo de 2009

Disculpe las molestias

Pero El Informante esta con resaca por todo lo que se tomó ayer así que no esta para hacer post profundos, pícaros, ocurrentes o divertidos.

sábado, 23 de mayo de 2009

El incomprendido hombre de las nieves

Cada vez que alguien me menciona el Himalaya (cada muerte de obispo himalayo) no puedo evitar pensar en aquella criatura tan característica del lugar de cuya existencia la cultura occidental duda:
El Yety.
Aunque en general los hispanoshablantes no le llaman así, sino "El abominable Hombre de las Nieves", y, como diría Ana Frank, he aquí el quid de la cuestión. Tal vez para nosotros el adjetivo "abominable " no nos llame la atención, como si hubiese perdido su sentido y solo fuese una parte del nombre, pero en mis reflexiones antes de ir a dormir medité mucho sobre ese nombre y llegué a una conclusión:
Me parece muy injusto que, de una criatura de la cual dudamos su existencia, la llamemos "abominable" sin siquiera conocerla. O sea, ese adjetivo ya predispone mal la relación. ¿Y si el "abominable" es en realidad amigable? o no, pero eso no nos da derecho de prejusgar tanto a una criatura al punto de llamarla con tal calificativo. Años llamándolo con esa palabra, que ni siquiera es su nombre, bien puede romperle las bolas un poco. Con semejante titulo la gente no esta predispuesta a ver más haya de la superficialidad , se priva de conocer su tal vez rica personalidad. Bien pudiese ser una criatura que, aunque al principio puede ser distante, fría (¡también con el clima!) y hasta agresiva, bien conocida podria parecernos simpático.
¿Qué pasaría, si por ejemplo, a la gente la llamaran con sus adjetivos? ¿Y si a vos te dijeran "abominable hombre/mujer de (por ejemplo) San Fernando"? ¿No seria licito que te comportaras de forma coincidente al titulo que se te fue dado sin conocerte?
Me parece que la cultura occidental/global ha cometido y comente una injusticia con el Yeti, El Incomprendido Hombre de las Nieves.

sábado, 9 de mayo de 2009

El mundo desde mi ventana y nazis de San Fernando

A mi me gusta ver por la ventana de mi cuarto. Creo que es la mejor vista de toda la casa (excepto por la del techo en la que puedo ver incluso las luces del supermercado Wal Mart cuando es de noche). Desde ahí se puede ver la precaria cancha de fútbol del otro lado de arroyo, la cancha de rugby de Virreyes Rugby Club, las vías del tren que no se a donde va, el puente que esta está arriba de la ruta 202.
La vista ya de por si es bastante nostálgica, pero en los días de lluvias y en las mañanas de neblina se pone aun mejor. Algún día hablaré más de Virreyes, el barrio de San Fernando poblado por santiagueños, correntinos, tucumanos, chaqueños y sus descendientes. Antiguamente también tuvo entre sus habitantes a Adolf Eichmann, del otro lado de la ruta 202, la operación en la cual lo atraparon se llamó "Operación Garibaldi" por la calle en la que vivía y por la cual yo suelo pasar cuando voy al CBC. Mi vecino del frente, un hombre algo entrado en años, lo conoció cuando tenía 7 años. Eso fue años antes de que la Familia Facciano se mudara a Virreyes (técnicamente en Victoria, pero digamos que es Virreyes).
Se me vino ese recuerdo ahora por que hace pocos días me compré El Diario de Ana Frank.
Más adelante hablaré sobre las experiencias nazis o facistas de San Fernando City. Pero ahora ando muy ocupado.
Así se ve el mundo desde mi ventana.